Agobiado
por la enfermedad imprevista, inesperada, que en dos semanas se abatiera como
un huracán sobre el hombre despreocupado y feliz que era él... (A. Solyenitzin. Pabellón de cancerosos)
seria interesante tambien ilustrar la angustia y el dolor ante la impotencia de aquellos acompanhantes que lo aman y que todavia les cuesta asimilar tan repentina enfermedad.
seria interesante tambien ilustrar la angustia y el dolor ante la impotencia de aquellos acompanhantes que lo aman y que todavia les cuesta asimilar tan repentina enfermedad.
ResponderEliminarEl pie de la cruz...
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