Información de Teatro Inactual y artes residuales

viernes, 24 de febrero de 2012

El cuarto del utilero (II)




Este loco, llamado Sotof, tenía ya ochenta y cuatro años. El zar imaginó casarlo con una viuda de su edad y celebrar solemnemente estas bodas. Dispuso que hicieran la invitación cuatro tartamudos. Ancianos decrépitos conducían á la novia. Cuatro de los hombres más obesos de Rusia hacían de correos; la orquesta iba en un carro conducido por osos, que aguijaban con puntas de hierro y cuyos bramidos formaban un bajo digno de la música del carro. Los novios fueron bendecidos en la catedral por un sacerdote ciego y sordo. La procesión, el casamiento, la comida nupcial, la ceremonia de desnudar á los novios y ponerlos en el tálamo, todo estuvo en relación con el bufo del lance.

Gazeau. Los Bufones

domingo, 19 de febrero de 2012

El Cuarto del Utilero (I)



CHAGALL EN MADRID


Para los ciegos a la pintura, que confunden la vanguardia con las provocaciones más procaces y las insolencias de mal gusto, para todos aquellos que creyendo tener una opinión propia solo son los altavoces de la manipulación mediática y la vulgaridad ramplona de suplementos dominicales, galeristas, marchantes y tristes pintamonas, simoníacos, con el alma vendida a la publicidad y el poder. Aquí un ejemplo de las vanguardias históricas, vanguardias eternas, capaces de romper academicismos expresando los símbolos del goce y la vida, en la esencia purificadora de las cosas, en su alma espiritual. Pintura salmística con que refrescarnos en el amanecer.
 



"El surrealismo de Chagall tiene un carác­ter espiritual y al propio tiempo clásico. Sin ninguna idea preconcebida, a través de la magia de su arte, en virtud de la revela­ciףn de su mundo interior, Chagall ha crea­do formas que señalan un universo espiritual enteramente propio, cuyos rasgos no nos es posible encontrar en ningún otro pintor de nuestro tiempo. Se ha dicho de Rouault que era el pintor del pecado origi­nal. Mas el universo creado por Chagall ig­nora el pecado, el odio y la discordia: todo יl resplandece de gracia, de alegría, de fra­ternidad y amor. También está allí presente el dolor del mundo, bajo los signos de una grave y melancólica contemplación; pero también, en todo momento, tenemos allí, al alcance de nuestra mano, los símbolos del consuelo... Un cuadro de Chagall es algo tranquilo, equilibrado, que se impone aun a aquellos que son sordos a los goces de la poesía. Pero aquellos que saben escuchar lo que se les dice en esas obras, no de un modo voluntario, sino en una reacción es­pontánea frente al poder mismo de ese arte, perciben mil sueños y misterios que cons­tituyen, por así decirlo, la secreta urdimbre de las arterias de la obra; y esos sueños están llenos de vida, son expresión de vida, imágenes inenarrables de la infancia, anhe­los del corazón, deleite de los ojos."
Raïssa Maritain. Chagall ou l'Orage enchant.

domingo, 12 de febrero de 2012

Nuestro teatro moderno (II)


Cualquier modernista de ahora le escribe á usted  una lata filosófico-teatral que deja tamañito á Hamlet, á Fausto y á Segismundo.

Pues no digamos nada del teatro ultrarrealista, verista  y naturista. (Vaya unos boquib1es que he pescado al vuelo, oyendo en los entreactos á criticos que discuten á gritos.)
Sobre eso quería ponerle á usted cuatro letras mi mujer, mientras los niños están en el colegio; pero ha desistido, porque como no es modernista, a Dios gracias, no tiene ortografía, y se azara escribiendo.

Nosotros no tenemos escrúpulos de monja, ni andamos con remilgos de empanada; pero, francamente, tampoco me parece que se vaya el  ideal  del teatro del porvenir por el camino de las porquerías y de las indecencias, que parece ser el único preferido de ciertos innovadores sensuales y estragados.

Hablando de una de las tales comedias, me decía una vecina la otra mañana:

-Confesemos sinceramente que así es la vida. Eso es lo que pasa….

Y mi suegra la preguntó, sin poder contenerse:

-¿En su casa de usted?



José de Laserna. Figuras del Teatro

Nuestro teatro moderno (I)


El snob teatral español no gasta nada de su propio país, y se perece por las novedades extranjeras.

Lo que fuera de España  es indecente, aquí resulta hasta moral.

Lo que aburrido del Pirineo para allá, alegre e  interesante  de la frontera para acá.

Cualquier grotesco, pornográfico y disparatado sainetón, es el colmo de la suprema distinción y de la crême.

Hablo del snob-tipo, de esa calamidad simiesca, entusiasta insconciente de lo nuevo, por nuevo y no por bueno, que se cree un estímulo y es una rémora, que se tiene por un Brummel y es un isidro.

José de Laserna. Figuras de Teatro

jueves, 9 de febrero de 2012

La Alabanza




Los inútiles críticos provocaron el llanto,
con su lengua de bífidos, a Emily
y Charlotte Bronte, las dos muchachas
tan puras.
Pero más vale compartir su suerte:
te agujerearán con alfileres
o te clavarán una lanza en el costado.
Pero no te importe, porque si te alabaran
recorrerían tu carne con viscoso paso,
una sucia baba, un moco antiguo,
las húmedas patas de un animal inmundo
de sangre fría y oscura.
Porque tal es el rastro de la loa,
¡No te engañes!


José Jimenez Lozano

domingo, 5 de febrero de 2012

Articulos de rabiosa actualidad sobre nuestro teatro (IV)


El teatro debe ser, antes que nada, un deleite espiritual, una educación del gusto: por eso hallo admirable la costumbre moderna de apagar las luces de la sala cuando se alza el telón, pues la oscuridad exalta la atención, por eso también soy enemigo de que el escenario contenga nada, absolutamente nada más que lo necesario para vestir adecuadamente el pensamiento de la obra, no olvidemos que todo  lo que hay allí (atrezzo, tramoya, actores) no son mas que fragmentos triviales , inconcientes, de un supremo ideal que pasajeramente se hizo carne.


Carlos Leveque

sábado, 4 de febrero de 2012

Articulos de rabiosa actualidad sobre nuestro teatro (III)




La dirección escénica o la mise en scéne ha permitido que el teatro deje de ser un arte para convertirse en un espectáculo.


Armando Palacio Valdés

En candelero. Vanitas teatrales (III) La Prado




Nada tan airoso ni tan delicadamente poético como el gesto del artista que, inesperadamente y en pleno éxito, renuncia a la lucha, Nadie podría prever aún a donde llegaría  “¿Por qué se fue?”-nos preguntamos.- Y el misterio de las existencias inconcluidas embalsama su nombre.

Eduardo Zamacois. Desde mi butaca

En candelero. Vanitas teatrales (II). La Valdivia



La cualidad preexcelente de Ramona Valdivia es su voz, su dicción pertenece en absoluto a la escuela francesa y no recuerdo que ninguna actriz española la aventaje en este punto; es un modo especialísimo, inconfundible,  de decir, de modular las vocales, de atraer y alejar las sílabas de una misma palabra, vertiendo sobre cada frase un hechizo melodioso, inexpresable: voz de plata, voz de recuerdo.

Eduardo Zamacois. Desde mi butaca.

En candelero. Vanitas teatrales (I). La Tubau





Por mucho que cambien los gustos del público, nada podrá socavar  el puesto glorioso  que María Tubau  ocupa actualmente en la historia de nuestro teatro: su naturalidad impecable la preserva del olvido.
Es la verdadera actriz moderna. Ni violenta ni superficial, ni trágica ni bufa, colocada en aquellos delicados límites donde el drama y la alta comedia se hermanan.

Eduardo Zamacois. Desde mi butaca.