Divertir al verdugo
¿Que es lo que uno siente cuando actúa en el escenario para sus verdugos?
Al fin y al cabo , el país entero tocaba y bailaba para Stalin.
Lazar Sherishevski
Lazar Sherishevski
En las primeras filas estaban sentados los directores de los
campos de trabajo y los oficiales de la guardia, acompañados de sus esposas:
uniformes, botas pulidas , vestidos de noche. Detrás de ellos se sentaba la
intendencia, los ingenieros, los guardianes y chóferes. ..
Después de la actuación, los actores se quitaban los trajes
de príncipes, damas y húsares de opereta y se ponían sus chaquetas grises y sus
gorros de orejeras. En la oscuridad de la helada noche polar, una escolta
armada los acompañaba hasta la alambrada del campo . Los artistas recuperaban
su papel en la vida real: el de prisioneros.
Una ambición de muchos directores de campos de trabajo era
tener su propio teatro. Para la administración de los campos, el teatro era,
junto con el vodka, la única diversión. En ellos reinaba la propaganda. Se cantaba
La canción del caudillo, se declamaba una palabra al camarada Stalin, se
celebran los aniversarios de la revolución.
Los espectáculos ” enseñaban la vigilancia revolucionaria y el odio
ardiente al enemigo” En uno de ellos la heroína “encuentra en sí la fuerza y el coraje de descubrir un
enemigo en su amado” El coronel
Barabanov solía decir a los actores, reclutados en los campos: “Deberíais
olvidar que detrás del escenario hay un guardián con una kalashnikov. Sólo el
trabajo. Sólo el arte…”
Por esas fechas , en el campo de Kolymá tenían lugar las
ejecuciones masivas de los prisioneros
en el Marco de la Gran Purga, que se cobraron la vida de unos 12.000 reclusos.
Representación de La Atracción Terrestre, en el campo de trabajo de Solovki
El teatro significaba la salvación de los artistas, porque el trabajo escénico los liberaba de la tala de bosques, con la nieve hasta la cintura, del trabajo en las minas o de la descarga de vagones en el frío, trabajo que provocaban que las personas no acostumbradas a tan duras condiciones, sensibles y de poca resistencia psíquica, fueran las primeras en morir.
Pero no todos tuvieron la misma suerte. El director del teatro Mali de Moscú, Serguéi Amaglobeli, murió en el Gulag. El actor Boris Aleksandrov no sobrevivió a una condena de ocho años. Lesh Kurbas, director ucraniano y reformador del teatro fue fusilado en Solovki. El escenógrafo Boris Erbstein y el pianista Vsevolod se quitaron la vida en ese campo. Meyerhold y el director georgiano Ajmateli fueron fusilados. El dramaturgo tártaro Fatki Burnash, el director Veniamin Zuskin, el actor Zubkov Shustruiski , el director karim Tinchurin, la cantante Ada Milikovskaia, los dramaturgos Victor savin, serguéi Tretiakov, Fiódor Chesnokov y miles de artistas del escenario murieron en la Gulag.
Victor Kuzin. Martirolog. Teatralnaïa Zhizn (La vida teatral)
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