Información de Teatro Inactual y artes residuales

domingo, 11 de enero de 2015

Manjares del ratón de biblioteca

La calidad de la misericordia
(Reflexiones sobre Shakespeare)
Peter Brook
Ediciones La Pajarita de Papel

¡Están tan llenos los escenarios de obras que de Shakespeare solo tienen el título! Desde los petrificados decorados estatales hasta las adaptaciones al modo ruidoso de la época, donde el discurso ahoga el mensaje.  Todo lo contrario que en Shakespeare, que nunca juzga, solo muestra los conflictos humanos, la fuente esencial del arte teatral, la rivalidad mimética que diría René Girard, percatándose de que esa tensión, ese fuego de pasiones enfrentadas, era el verdadero nervio que recorría la creación dramática, y que era ese conflicto el que  diferenciaba al teatro radicalmente  de cualquier otro arte. En nadie como en Shakespeare esa llama se propagó por  todos los sentimientos, todas las pasiones, encarnando en unos destinos donde alumbran y se consumen.  Su gran lección es ese desaparecer en sus personajes. Son ellos y nunca su autor quienes nos dirigen la palabra. Esto no solo hace que al abrir sus libros nos siga retando la mirada colérica de Lear, que el cráneo de Yorick hasta nuestros pies  salga rodando, y que las rosas de Ofelia guarden sus espinas ¡ay! intactas… sino que en cualquier obra posterior, toda situación, todo personaje que deambule por la historia del teatro, guarde un resplandor o una sombra de esa llama.


Agitada en ese pabilo, esta lectura deja constancia de una larga aventura, y contagia una pasión, la que nos lleva del misterio al milagro, la que cruza del libreto al escenario. 

(Del prólogo de Eusebio Calonge)



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