Vanessa Winship , el color de la polvareda.
Las utopías socialistas dejaron
un paisaje apocalíptico, horizonte desolado donde los sueños se batieron en
retirada. Ocultando esta aridez se colocó
el decorado de la sociedad del bienestar, un trampantojo del que vemos la
falsedad apenas nos acercamos.
De los añicos de la antigua Unión
Soviética a un desvaído sueño americano, las dos caras de una moneda mohosa. Lo económico como vía muerta.
Trenes descarrilados, puentes que
nunca unieron nada, búnkeres abandonados, distintas geografías con la misma tierra agotada, exhausta. Escolares de pobres uniformes,
retratos frágiles, raíces aferradas a la vida en una geología inhóspita.
Vanessa Winship cruzó las fronteras en el
momento en que se desmoronaban, quedando en sus fotografías el color de la polvareda.
EC
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